Ingomar Allekotte, doctor en Física y gerente del proyecto, señaló que, como todo trabajo científico debe rendir cuentas de lo realizado con los fondos de diferentes países que forman parte de la comunidad científica mundial.
Los rayos cósmicos son el objeto de estudio del Observatorio Pierre Auger que busca determinar su origen y naturaleza para lograr un conocimiento más acabado de algunos fenómenos naturales, inaccesibles para ser estudiados en laboratorios terrestres. Este observatorio que se encuentra en el departamento de Malargüe, se basa en la colaboración internacional de más de 400 investigadores, pertenecientes a 90 instituciones distintas, de 18 países.
“En 2015 decidimos hacer mejoras al observatorio, implementar nuevos instrumentos de medición que lo hacen más completo y más preciso. Eso es lo que estamos terminando de implementar ahora, requirió de una inversión grande y como todo proyecto científico uno tiene que rendir cuentas de lo que está haciendo con los fondos que son dineros públicos de otros países también”, explicó Ingomar Allekotte, doctor en Física y gerente del Proyecto en “Tres para vos”, por FM 92.9 Continental San Rafael. Señaló que el próximo año van a tener una evaluación, “la idea es que venga un comité de revisión, esperamos que nos evalúen bien y si es así nos van a dar luz verde para continuar operando 10 años más”.
Para garantizar esa continuidad es necesario el aval de organismos internacionales y sobre todo invertir en mejoras viales y en otras obras de infraestructura de vital importancia, por lo que el gobierno de la provincia también se comprometió a realizar la extensión de la línea de media tensión hacia el este desde el Observatorio, y junto con Nación mejorar el estado de las rutas 188, 186 y la 40, que se utilizan habitualmente para operar los detectores. Cabe destacar que el Observatorio consiste en 1600 detectores de superficie, distanciados a 1,5 km entre sí y cubriendo una superficie total de 3000 km2, éstos se complementan con un conjunto de 24 telescopios de fluorescencia de alta sensibilidad, que en las noches despejadas y sin luna observan la atmósfera para detectar la tenue luz ultravioleta que producen las cascadas de rayos cósmicos al atravesar el aire.
Allekotte aprovechó para invitar a los turistas y a la comunidad en general a visitar el Observatorio y poder conocer el trabajo de la comunidad científica, todos los días de 10 a 12 y de 15 a 17 con entrada libre y gratuita.