Quiero que todos los que entiendan pongan el dedito. O pongan ‘sí Vero’, o pongan como quieran. No pueden ingresar a la Municipalidad de Malargüe, ni a ninguna institución municipal sin que me avisen a qué van. A mí se me informa todo. ¿Quieren ir al municipio? Dejan un informe (acerca de) a qué fueron, con quién estuvieron y qué hablaron. ¡Porque de mí no se va a fregar la jeta ninguno de ustedes!”.
Amenazó a sus subordinados, aparentemente, por haberse sentido injuriada por algo que dijeron sobre ella, según se desprende de sus propios dichos. Y entre otras cosas, en el material que les envió, asegura que es “sicario”; aunque no queda claro si lo dice en sentido figurado o de modo literal. También es médium.
Entre las exigencias que lanzó a los funcionarios hay algunas particulares. Tienen que ver con la vestimenta: “Todo personal que vaya a la municipalidad no va a ir con el uniforme, si van a ‘putanguear’. Yo no soy Víctor Andrade (el director de Defensa Civil). ¡Yo los voy a enterrar de cabeza! A mí nadie me anda difamando ni me anda calumniando. Y mi vida privada, aparte de la seguridad, no le debería importar a nadie”, avisó.