Editorial

Depredación en el mar argentino

Cada año, flotas pesqueras, mayormente china, llegan hasta las aguas del Atlántico sudoccidental con el objetivo de capturar, principalmente, el calamar illex argentinus, la segunda especie de calamar más pescada en el mundo.

Ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), es uno de los conceptos clave del impactante informe global sobre pesca que publicó hace poco tiempo atrás Financial Transparency Coalition (FTC).

El documento titulado “Redes sospechosas: descubriendo las empresas e individuos detrás de la pesca ilegal a nivel mundial” es demoledor a la hora de detallar quienes son los responsables de la depredación de los mares. Más de la mitad, el 54,7% de este tipo de pesca se hace desde barcos industriales y semi industriales con bandera asiática, en particular China.

Las 10 principales empresas involucradas en la pesca ilegal son responsables de casi una cuarta parte de todos los casos denunciados, ocho son chinas. Se estima que la pesca INDNR en aguas territoriales argentinas (dentro de las 200 millas náuticas) genera pérdidas de entre 1.000 y 2.600 millones de dólares cada año. Considerando que las exportaciones anuales de vino embotellado fueron de 817 millones de dólares en 2021, la pesca ilegal casi triplica el tamaño de la industria vitivinícola argentina.

“La pesca del calamar, el principal objetivo en el país y una especie estratégica en la cadena alimentaria y la biodiversidad, está provocando un colapso a gran escala en los sistemas de vida marina en el Atlántico Sur”, dijo el FTC.

El trabajo detalla que Argentina tiene una de las áreas pesqueras más importantes del mundo, con una gran abundancia y diversidad de vida marina que incluye más de 330 tipos de peces, casi 120 especies de aguas profundas y una gran variedad de invertebrados. “La industria pesquera comercial del país genera un impacto económico de 2.700 millones de dólares al año y representa el 3,4% de su PBI. La industria está impulsada por tres especies que representan el 75% de la pesca total del país: calamar, merluza y camarones. La pesca del calamar es la segunda más grande del mundo por volumen”, describe el informe.

Las flotas que operan en la milla 201 enarbolan en su mayoría bandera de China y Taiwán, Corea del Sur y España. Estas embarcaciones se posicionan en el límite exterior con el objetivo de ingresar a pescar especies como calamar y camarón rojo argentino dentro de la Zona Económica Exclusiva (ZEE) y muchos apagan sus sistemas de rastreo satelital durante períodos prolongados, cruzando nuevamente la milla 200 hacia altamar cuando son detectados por la guardia costera!, se explica.

Según datos de la Armada Argentina, desde hace años un promedio de 300 a 400 pesqueros entran en la ZEE a realizar actividades de pesca ilegal, pero últimamente la cifra aumentó a 500 embarcaciones. Los escasos recursos para patrullaje de la armada y prefectura favorecen ese negocio.

La flexibilidad logística de contar con un puerto en Montevideo, sin que nuestra cancillería haya elevado queja formal alguna, y la ausencia en el Atlántico Sur de un acuerdo u organismo que regule la pesca en aguas internacionales, como sí existe en casi todas las regiones del mundo favorece esta ilegalidad. Urge iniciar un proceso para regular la actividad, no acceder a las presiones para habilitar puertos chinos en la Patagonia para asistencia de sus flotas, sancionar e implementar una ley de trazabilidad de la pesca y cooperar con los países de la región para establecer estrategias comunes frente a toda esa amenaza, son acciones que el gobierno nacional debería instrumentar sin demoras y evitar todo avance foráneo que ponga en peligro nuestra soberanía.

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